En los últimos 15 años el número de casos de trastornos de conducta alimentaria (TCA) se ha visto multiplicado por 10, estimándose que más de un 5,3% de la población femenina joven y adolescente padece este tipo de afección psicológica, teniéndose en cuenta que cada vez afecta en mayor medida a la población masculina. Esto se encuentra relacionado con que estos trastornos son de origen multifactorial, es decir, que intervienen diversos factores para su desarrollo.
| Te puede interesar: ¿Por qué han aumentado las consultas por trastornos de la conducta alimentaria entre los jóvenes?
Tabla de contenidos
Factores que pueden desencadenar un TCA
Estos factores quedan encuadrados en tres categorías.
Factores predisponentes
Los factores predisponentes son aquellas características que quedan directamente relacionadas con el individuo, la familia y el contexto, y que tienen que ver con la vulnerabilidad que la persona padece para padecer estos trastornos. Dentro de estos factores predisponentes, se encuentran:
- Individuales: factores biológicos, como tener un familiar que también padezca TCA, sobrepeso previo o historia personal de dificultades alimentarias; características de personalidad tales como elevado nivel de perfeccionismo, rigidez cognitiva, necesidad de control, impulsividad, ausencia de normas, aislamiento social, inseguridad, baja autoestima, imagen corporal negativa. Dentro de la población, las mujeres tienen más riesgo de padecer este tipo de trastornos que los hombres, debido a que, de cada 10 casos, 9 son mujeres. Otro dato importante relacionado con los factores individuales es la adolescencia, dado que es el momento en el que se está formando la personalidad de las personas, encontrándose en situación de mayor vulnerabilidad.
- Familiares: hábitos alimentarios familiares inadecuados, elevada preocupación e importancia por los valores estéticos dentro de la familia, modelos familiares basados en la sobreprotección, en los cuales no se deja un espacio saludable para la comunicación entre los miembros de la familia, rigidez, exigencia, elevado nivel de conflicto y poca cohesión, y poca o nula capacidad de resolución de problemas.
- Sociales: el culto al cuerpo y a un ideal de belleza basada en la delgadez extrema, el impacto de las redes sociales en los jóvenes, profesiones relacionadas con el mundo de la moda o el deporte como la danza y la gimnasia rítmica, factores de éxito asociados al cuerpo delgado, tallaje de las prendas de ropa cuya tendencia es hacia la talla más baja, y páginas web que fomentan el desarrollo de los trastornos de conducta alimentaria.
Factores precipitantes
Los factores precipitantes hacen referencia a situaciones de estrés que pueden suponer el inductor de la aparición de un trastorno de conducta alimentaria, como por ejemplo realizar dietas, cambios corporales, emociones relacionadas con la adolescencia, recibir críticas o estar dentro de un entorno crítico hacia el cuerpo, enfermedad que provoque una elevada pérdida de peso, ejercicio físico intenso, y situación vital estresante.
Factores de mantenimiento
Por último, los factores de mantenimiento son aquellos factores que favorecen a la perpetuación del trastorno.
Tipos de trastornos de la conducta alimentaria
Dentro de los trastornos de la conducta alimentaria se encuentran los siguientes tipos:
- Anorexia nerviosa
- Bulimia nerviosa
- Trastorno por atracón
- TCANE (trastorno de la conducta alimentaria no especificada)
- Pica
- Trastorno por rumiación
- Trastorno por evitación o restricción de alimentos
- Vigorexia
- Ortorexia
- Diabulimia (omisión de la insulina para la consecución de la bajada de peso)
- Adicción a la comida
- Potomanía
- Ebriorexia
- Obesidad
En la actualidad, los trastornos más comunes que acuden a consulta son la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón, TCANE, y obesidad. A continuación, se detallará más en profundidad cada uno de ellos.
Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa está caracterizada por la reducción significativa de la calidad nutricional y la cantidad de la ingesta de los alimentos, provocando una significativa bajada de peso. Esta pérdida de peso puede ir también acompañada por ejercicio físico excesivo o intenso, e incluso la autoinducción del vómito o uso de laxantes, diuréticos y anorexígenos. También se incluye el miedo intenso a subir de peso y una elevada insatisfacción corporal, incluyéndose dentro de esta insatisfacción la errónea percepción del peso y la silueta corporal.
La aparición de este tipo de TCA es progresiva, y se debe estar alerta de aquellas señales que puedan indicar la presencia de dicha enfermedad.
Dentro de la anorexia nerviosa hay dos tipos: la anorexia nerviosa de tipo restrictivo, en la que la pérdida de peso viene dada sobre todo por restricción alimentaria y elevado ejercicio físico, y la anorexia nerviosa de tipo purgativo, en la cual la persona tiene episodios recurrentes de purgas (como vómitos autoprovocados, uso de enemas, laxantes, diuréticos y anorexígenos).
Bulimia nerviosa
La bulimia nerviosa es un trastorno caracterizado por la presencia de atracones, que suceden generalmente en secreto y que provocan gran nivel de vergüenza y culpa, y por conductas compensatorias inadecuadas para minimizar los efectos de la sobre ingesta de alimentos y así evitar una subida de peso, como por ejemplo vómitos o uso de laxantes.
Trastorno por atracón
Los trastornos por atracón son episodios de ingesta compulsiva de alimentos en un corto periodo de tiempo. Generalmente se hace en solitario, generando culpa y vergüenza. A diferencia de la bulimia, en el trastorno por atracón no se realizan conductas compensatorias. Durante el atracón se suelen ingerir alimentos con elevado contenido calórico, a veces sin estar cocinados, e incluso congelados.
TCANE (Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificada)
Los trastornos de la conducta alimentaria no especificada o TCANE son cuadros no completos de anorexia o bulimia debido a que se encuentran en el inicio propio del trastorno o porque están en proceso de remisión, pero no se cumple con todos los criterios diagnósticos propios de dichas enfermedades. Es importante especificar que entre un 3% y un 5% de la población sufre de TCANE.
Obesidad
El 53% de la población padece de obesidad o sobrepeso, siendo estos unos datos alarmantes para la salud. La obesidad infantil afecta ya al 17% de los niños, y al 12% de las niñas. De los casos de sobrepeso y obesidad, entre el 20 y el 30% están relacionados con el trastorno por atracón, por lo que se debe tener en cuenta que, en estos casos, la alteración del peso no viene dada por factores genéticos o biológicos, sino que se debe tener en cuenta desde el punto de vista psicológico.
Señales de alarma para detectar un trastorno de la conducta alimentaria
Debida a la alta prevalencia de casos de trastornos de conducta alimentaria en nuestra población, es fundamental saber cómo detectar un TCA. Para ello se deben tener en cuenta las señales de alarma para la detección temprana, como por ejemplo:
- Preocupación excesiva por la comida.
- Restricciones alimentarias, como reducir la calidad de los alimentos que se ingieren y, posteriormente, la cantidad.
- Maneras diferentes de ingerir los alimentos: comer más rápido, aplastar los alimentos, cortarlos en pequeñas porciones y separarlos según los grupos alimentarios, comer a escondidas o solos, etc.
- Evitar comidas en familia.
- Notar la desaparición de alimentos en el hogar.
- Encontrar comida escondida en diferentes lugares inusuales, como por ejemplo armarios, cajones, bolsos, ropa o debajo de la cama.
- Acudir al baño tras finalizar las comidas de forma rápida.
- Fluctuaciones llamativas del peso, uso de laxantes o diuréticos o amenorrea.
- Alteraciones del comportamiento o del estado anímico.
- Aparición de mentiras y conductas manipuladoras.
- Aislamiento social.
¡Compártelo!