La tendencia de compartir desnudos en redes sociales como Instagram ha generado preguntas sobre sus motivaciones y efectos. Según expertos, el desnudo en la era actual busca notoriedad y atención más que revolución. La ilusión de privacidad en línea permite a las personas sentir control sobre sus imágenes, buscando validación a través de likes y comentarios. Las motivaciones varían: algunos buscan aprobación, mientras que otros lo hacen como un acto de empoderamiento o autoaceptación corporal.
Las redes sociales son un terreno fértil para el engagement, lo que puede impulsar la autoestima pero también puede llevar a comportamientos adictivos. La exposición excesiva del cuerpo puede tener un impacto negativo en la autoimagen y la autoestima, especialmente en jóvenes que están formando su identidad. Además, puede fomentar patrones de comunicación social poco saludables.
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En última instancia, compartir desnudos en línea es una elección personal, pero debe hacerse con consideración de sus implicaciones en la salud mental y la percepción de la imagen corporal. La coherencia y el respeto tanto hacia uno mismo como hacia los demás son fundamentales en esta práctica.
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