En el Día Mundial Sin Alcohol, la Clínica López Ibor advierte sobre un aumento en las consultas por adicción a las bebidas alcohólicas, coincidiendo con un incremento del consumo del 8.8% según el informe del Ministerio de Sanidad de 2021.
Aunque el alcohol es ampliamente accesible y parte de la cultura, su consumo nocivo contribuye a 3 millones de muertes anuales, representando el 5.3% de todas las defunciones. A pesar de los riesgos, el consumo abusivo persiste en España, con tasas elevadas de consumo en atracón (15.4%) y altas cifras de embriaguez entre los jóvenes.
El tratamiento de adicciones, un desafío social, se complica por la patología dual, la coexistencia de trastornos mentales y adicciones. La conciencia del problema y la motivación para el cambio son claves en el tratamiento de las conductas adictivas, ya que las sustancias tienden a cubrir funciones específicas en la vida de las personas.
El alcohol, como depresor del sistema nervioso central, afecta al cerebro de manera rápida, comprometiendo la inhibición de impulsos y la perspectiva de futuro, contribuyendo así a recaídas y dificultando el tratamiento de otras adicciones.
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