La pandemia ha tenido un impacto devastador en la salud mental de los españoles, especialmente en los jóvenes, incrementando los niveles de estrés, depresión, ansiedad y la tasa de suicidios. Contrariamente a las expectativas de que el confinamiento reduciría los suicidios debido a las restricciones y el distanciamiento social, la Covid-19 ha generado incertidumbre, pérdida de seres queridos, inestabilidad económica, soledad y desesperanza, contribuyendo a trastornos mentales, insomnio y ansiedad.
El suicidio se ha convertido en la principal causa de muerte no natural en España en 2020, superando a los accidentes de tráfico, con 3.941 casos, un promedio de 11 personas que se quitaron la vida diariamente. Entre los jóvenes de 15 a 29 años, es ahora la segunda causa de muerte más común después de los tumores.
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La pandemia también ha agravado los trastornos alimentarios y las conductas adictivas. La atención psicológica y psiquiátrica es esencial, y se propone la creación de un plan nacional de prevención del suicidio en España junto con una línea telefónica gratuita y confidencial (024) para apoyar a quienes están en riesgo. La visibilidad y la información responsable sobre el suicidio son cruciales para salvar vidas, y se insta a los medios a tratar este tema sin estigmatización.
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