El aumento de la tendencia social a vivir a dieta junto con los efectos de la pandemia en la salud mental han llevado a un incremento significativo de los Trastornos del Comportamiento Alimentario (TCA). La Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB) informa que las atenciones a personas con TCA han aumentado en un 264,4% desde el inicio del confinamiento en 2020.
El psicólogo Pedro Neira, coordinador de la unidad de Psicología de la Clínica López Ibor, explica que los TCA son trastornos mentales graves que afectan la relación de una persona con la comida, como la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón. Estos trastornos afectan predominantemente a mujeres, y la presión estética de la sociedad hacia el cuerpo femenino puede ser un factor contribuyente.
La adolescencia es un período crítico, y los TCA están apareciendo en edades cada vez más tempranas. Se observa un aumento en los intentos de adelgazar sin control médico y un incremento en los ingresos hospitalarios por TCA en jóvenes de 12 a 14 años.
Los TCA actúan como una solución «torpe» ante diversas crisis, como problemas de identidad, complejidad en las relaciones interpersonales y miedo a crecer y madurar. La presión estética, el perfeccionismo y la baja autoestima también están asociados con estos trastornos.
Familiares pueden ayudar a superar los TCA estando atentos a cambios en la alimentación y el comportamiento, evitando la normalización de dietas restrictivas y fomentando una autoestima incondicional y una visión crítica de las redes sociales y los medios de comunicación, que a menudo promueven cánones de belleza poco realistas. Todos tienen la responsabilidad de contribuir a un ambiente más saludable y compasivo para aquellos que padecen TCA.
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