El post desmiente el mito de que el alcohol ayuda a dormir mejor. Se explica que, aunque el alcohol puede facilitar el inicio del sueño, deteriora su calidad, provocando un sueño fragmentado y afectando negativamente el descanso. La Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño advierte sobre el riesgo de adicción al usar el alcohol como hipnótico, ya que su consumo crónico puede llevar a una mayor tolerancia y dependencia.
En el Día Mundial sin Alcohol, se mencionan datos de la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España, indicando que un alto porcentaje de la población ha consumido alcohol, con una prevalencia notable en hombres y mujeres, y un inicio de consumo alrededor de los 16 años. Se destaca el peligro de usar alcohol para combatir el insomnio, ya que puede bloquear la fase REM del sueño, aumentar los ronquidos y agravar ciertos trastornos del sueño.
La Clínica López Ibor proporciona señales para identificar la adicción al alcohol, como el consumo excesivo, la normalización de su uso, el deseo constante de beber, y la alteración de la conducta. Se enfatiza la importancia de la conciencia del problema y la generación de motivaciones razonables para cambiar el estilo de vida y combatir la adicción.
Finalmente, se mencionan las consecuencias negativas del consumo excesivo de alcohol en el organismo, como el daño hepático y la relación con el cáncer, resaltando las campañas de concienciación sobre el impacto del alcohol en la salud.
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