Por primera vez en cinco años, los suicidios ya no son la principal causa de muerte no natural en España, siendo superados por las caídas. En 2020, hubo 3.941 suicidios, un 7,3% más que en 2019. Aunque la cifra de suicidios aumentó durante la pandemia, desde 2023 se observa una disminución del 6,5%, con 3.952 suicidios registrados.
La reducción de suicidios se atribuye a una mayor concienciación social sobre la salud mental y la eliminación del estigma asociado a buscar ayuda. La psiquiatra Marta Soto Laguna de la Clínica López Ibor explica que los hombres lideran las tasas de suicidio debido a expectativas sociales no cumplidas y una cultura de «masculinidad frágil» que dificulta la expresión de vulnerabilidad. La falta de apoyo y el rechazo a la ayuda también son factores significativos.
El impacto de la pandemia exacerbó la situación, aumentando el estrés, la ansiedad y la depresión debido al aislamiento y la pérdida de seres queridos. Sin embargo, la mayor aceptación social de los problemas de salud mental y las campañas de concienciación han facilitado que más personas busquen ayuda.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que los suicidios entre jóvenes también han disminuido desde 2023. Francisco Villar Cabeza, psicólogo experto en conducta suicida adolescente, destaca la importancia de abordar los problemas de salud mental desde una edad temprana y promover relaciones saludables que generen comodidad y seguridad.
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Líneas de ayuda como el teléfono nacional para la prevención del suicidio (024), la Fundación ANAR y el Teléfono de la Esperanza han sido fundamentales para brindar apoyo. En 2023, el Teléfono de la Esperanza recibió 187.592 llamadas, reflejando una creciente demanda de ayuda emocional.
La concienciación social, la eliminación del estigma y el acceso a recursos de apoyo son esenciales para continuar reduciendo las tasas de suicidio y mejorar la salud mental en España.
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