España es el segundo país más infeliz de Europa, según la encuesta Global Happiness. La búsqueda de la felicidad es un anhelo universal, y el 20 de junio se celebra el Día Mundial de la Felicidad para fomentar la alegría y la positividad en la sociedad. El Blue Monday, el día más triste del año, inspiró esta fecha en 2005.
La felicidad no implica la ausencia de dificultades, sino enfrentar los desafíos con resiliencia y optimismo. Fomentar la felicidad beneficia a individuos y comunidades.
La clave para la felicidad reside en relaciones sociales sólidas y una actitud positiva. Expertos de la Clínica López Ibor recomiendan practicar el autocuidado, mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio, sonreír genuinamente, ser optimista y desarrollar resiliencia.
La naturaleza también influye en la salud mental, así como la búsqueda de ayuda profesional en casos de trastornos afectivos. Valorar las pequeñas cosas, cuidar relaciones sociales, mantener una buena salud física y aceptarse a uno mismo también contribuyen a la felicidad.
El curso de Mindfulness de Deusto Salud promueve la autorregulación emocional como técnica preventiva para mejorar el bienestar emocional. La felicidad es un proceso gradual que requiere paciencia y perseverancia.
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