En el contexto desafiante de la pandemia de COVID-19, se resalta la trascendencia de los abrazos, un gesto que ha sido afectado por las restricciones impuestas. El 21 de enero marca el Día Internacional del Abrazo, recordándonos su importancia incluso en estos tiempos.
Marta Robles, psicóloga, alerta sobre el creciente impacto negativo en la salud mental debido a la ausencia de contacto físico. Desde la relajación muscular hasta la mejora del sistema inmunológico, los abrazos ofrecen beneficios físicos innegables, mientras que emocionalmente proporcionan bienestar y combaten la sensación de soledad.
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Aunque se sugieren alternativas, como expresar palabras y mantener la mirada, se destaca que estas soluciones son provisionales, y se anhela el retorno de los abrazos genuinos.
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