Cuando somos bebés, ser abrazados y acariciados es absolutamente necesario para nuestro correcto crecimiento. Sabemos que aquellos bebés que apenas tuvieron contacto físico pueden mostrar diversas carencias tanto físicas como emocionales en su desarrollo.
Existen diversas investigaciones que han demostrado que los abrazos tienen múltiples beneficios, tanto a nivel emocional como físico. Dar y recibir abrazos es beneficioso para todos, y hoy, con motivo del Día Internacional del Abrazo, te contamos por qué.
“Quédate con quien te cubra del frío, te cobije ante el miedo y te cuide del mal; y todo eso suceda con un abrazo”. El Principito – Antoine Saint-Exupéry
Tabla de contenidos
Beneficios de los abrazos para la salud y el bienestar
Como hemos mencionado previamente, diferentes investigaciones han demostrado que dar y recibir abrazos es bueno para la salud, pero ¿cuáles son estos beneficios?
- Liberan la tensión del cuerpo, relajando los músculos y ralentizando la respiración, lo que a su vez produce una reducción de la presión arterial.
- Generan serotonina y dopamina, que aumentan la sensación de bienestar y felicidad y mejoran la autoestima.
- Mitigan los estados de enfado y ansiedad reduciendo la producción de cortisol y adrenalina, hormonas que se producen en altas concentraciones cuando nos encontramos en una situación estresante.
- En los abrazos se libera oxitocina, lo que incrementa el vínculo afectivo y emocional con otras personas.
- Estimulan la oxigenación del organismo lo que ayuda a prolongar la vida de las células y, por tanto, a prevenir el envejecimiento prematuro.
- Fortalecen el sistema inmunitario al favorecer la creación de glóbulos blancos que son los encargados de combatir infecciones y enfermedades.
Beneficios de los abrazos para nuestras necesidades emocionales
Los abrazos también cubren nuestras necesidades emocionales:
- Cuando tenemos miedo o notamos inseguridad, nos hacen sentir protegidos y con mayor confianza.
- Reducen la sensación de soledad haciéndonos experimentar que formamos parte del otro.
- Ante la tristeza resultan reconfortantes, sintiéndonos apoyados y comprendidos.
- Mejoran la autoestima porque nos proporcionan la sensación de ser especiales y ser amados.
- Ayudan a sellar una reconciliación sin tener que añadir nada más.
- Compartir la alegría con un abrazo, incrementa nuestra sensación de bienestar.
- Cuando nos abrazamos sin palabras, cada uno da y/o recibe según sus propias necesidades, de tal forma que el abrazo se convierte en justo lo que necesitamos.
“Un abrazo es arrancar un pedacito de sí para donarlo a algún otro hasta que pueda continuar el propio camino menos solo”. Perteneciente al poema La Magia del Abrazo – Pablo Neruda
Origen del Día Internacional del Abrazo
El 21 de enero se celebra el Día Internacional del Abrazo, y el origen de este día se remonta al año 1986, en Estados Unidos.
En 1986, Kevin Zaborney, reverendo en Clio, una pequeña ciudad de Michigan, pensaba que a la sociedad estadounidense le avergonzaba mostrar sus sentimientos en público, incluso entre los miembros de una misma familia. Por eso, pensó que sería una buena idea crear una fecha que brindara la excusa perfecta para poder dar y recibir abrazos sin sentir vergüenza por ello.
Eligió el 21 de enero porque consideraba que, tras pasar las Navidades con la familia, muchas personas se deprimían al regresar a su vida diaria, en una época en la que los días son cortos, hay menos luz y el clima es frío e inestable. También decidió que fuera antes del 14 de febrero ya que suponía que en esa fecha muchas personas ya recibían muestras de cariño. Y así fue como el 21 de enero de 1986 se celebró por primera vez el Día Internacional del Abrazo.
Abrazos para compartir afecto y ayudar a los demás
Abrazos Gratis es un movimiento internacional que surgió en Australia en el año 2004 cuyo objetivo es ofrecer abrazos a desconocidos con la única pretensión de regalar afecto en un mundo en el que a veces nos sentimos muy solos, a pesar de estar más interconectados que nunca.
Juan Mann, un hombre que comenzó a sentirse terriblemente solo y desvalido, decidió salir a la calle a dar abrazos a la gente. Como no quería acosar a nadie y no sabía cómo presentarse, decidió hacer una pancarta en la que escribió “Free Hugs” (abrazos gratis).
Mann cuenta que durante los primeros 15 minutos se sintió bastante extraño e incluso aterrado, ya que no ocurrió nada, pero de pronto una viejecita se le acercó y aceptó el abrazo. Y ese fue el comienzo de la historia de cómo una necesidad personal se convirtió en un movimiento que ayuda a la gente a sentirse mejor.
Los abrazos en tiempos de pandemia
Con la llegada del COVID-19, todo cambió.
Una de las principales recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer frente a la situación de pandemia y ayudar a prevenir la transmisión del virus es la distancia social.
Nos piden reducir tanto como sea posible el contacto físico con todas aquellas personas con quienes no convivimos. Y así, el contacto físico ha pasado de ser algo habitual en nuestras interacciones, a convertirse en una práctica de riesgo. Debemos evitar abrazarnos justo cuando, probablemente, más lo necesitamos.
Esto ha traído nuevas formas de saludar, relacionarnos e interaccionar con los demás. Pero, ¿Cómo podemos abrazar sin tocarnos? Pues a través de:
- Las palabras: son poderosas y se trata de poner voz a lo que queremos transmitir cuando nos abrazamos.
- La mirada: nos ayuda a conectar emocionalmente. Mantener el contacto visual ayuda a enfatizar lo que estamos comunicando por cualquier otro canal.
- La sonrisa: porque, aunque no es intercambiable con un abrazo y tiene sus propios y distintos efectos, sonreír y/o recibir una sonrisa resulta sumamente beneficioso y produce complicidad con el otro. Aunque llevemos mascarilla, la sonrisa se percibe y se siente.
- Los gestos: tan numerosos y dispares como culturas y seres humanos hay: abrir los brazos, llevar una mano al corazón, lanzar un beso con las dos manos, abrazarse a uno mismo en presencia del otro…
- Las nuevas tecnologías: con abrazos virtuales, emojis, gifs, stickers, etc.
Somos animales sociales por naturaleza y el contacto físico forma parte de nuestra esencia. Por tanto, todo esto es algo solo temporal. Todos esperamos que este 21–1–21, sea el primer y último Día Internacional del Abrazo en el que no podamos estrecharnos.
Y es que cuando al fin todo acabe seguiremos pensando y aún más sentiremos que…
“Necesito un abrazo de esos en donde sientes que te van a romper los huesos, pero en realidad sientes que te reparan el alma”. Snoopy – Charles M. Schulz
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