El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta principalmente a personas mayores de 65 años. Distinguir sus síntomas de la mera pérdida de memoria es fundamental. Además de olvidos, el Alzheimer puede manifestarse a través de cambios en el lenguaje, concentración, humor, comportamiento, desorientación y dificultades en actividades diarias como cocinar.
No existe una edad específica para su inicio, ya que depende de factores como la reserva cognitiva, apoyo social, nivel de actividad y predisposición genética. Diagnosticar adecuadamente el deterioro cognitivo precoz es esencial, requiriendo una evaluación exhaustiva por parte de neurólogos, psicogeriatras o neuropsicólogos, y evitando pruebas rápidas no fiables.
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La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto negativo en los pacientes de Alzheimer debido al aislamiento prolongado. Mantener una vida activa intelectual, social y emocionalmente puede ayudar a preservar la función mental. El diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son esenciales en caso de síntomas como deterioro de memoria, concentración, ansiedad, depresión, problemas de lenguaje o cambios de humor.
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