Este artículo aborda cómo la exposición a la luz natural durante el día puede reducir el riesgo de depresión y mejorar el sueño, según un estudio publicado en la revista Nature Mental Health. Este estudio, realizado con datos de 87,000 personas, encontró que una mayor exposición a la luz artificial nocturna incrementa el riesgo de trastornos como la depresión mayor, la ansiedad, la psicosis y el trastorno bipolar. Por el contrario, una mayor exposición a la luz natural diurna reduce el riesgo de depresión mayor en un 20%.
Los trastornos del estado de ánimo, incluyendo la depresión, son comunes en la sociedad, afectando al 7% de la población española. Los expertos de la Clínica López Ibor destacan que estos trastornos han aumentado debido a factores como el estrés diario, influencias genéticas y ambientales, y una mayor conciencia y diagnóstico.
María José Martínez Madrid, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cronobiología de la Sociedad Española de Sueño, explica que la luz natural aumenta la producción de serotonina, hormona clave en los estados de ánimo. La exposición a luz intensa artificial o azul durante la noche desajusta nuestros ritmos circadianos, afectando negativamente el sueño y el estado de ánimo. La falta de sueño se relaciona con problemas de concentración, cambios en el estado de ánimo y, a largo plazo, depresión.
La luz natural diurna, al ser más blanca e intensa, inhibe la melatonina durante el día, favoreciendo la serotonina y mejorando el sueño nocturno. Además, exponerse a la luz natural a través de paseos o ejercicio físico fomenta el contacto social, otro factor que reduce el riesgo de depresión.
¡Compártelo!