Según la OMS, alrededor del 30% de los adolescentes de 15 años han probado vapeadores, en comparación con el 15% que ha fumado tabaco tradicional. Este aumento se debe en gran medida a la percepción errónea de que los vapeadores son menos dañinos y a la variedad de sabores disponibles, atrae a los jóvenes.
Pedro Neira, Responsable del Departamento de Psicología de la Clínica López Ibor, advierte sobre el riesgo de adicción a la nicotina que representan los vapeadores. Señala que los jóvenes, atraídos por la novedad y los sabores, a menudo subestiman los riesgos para la salud. Neira también enfatiza la importancia de la educación preventiva tanto para los padres como para los adolescentes, destacando la necesidad de promover hábitos saludables y de prevenir la dependencia de sustancias desde una edad temprana.
Las estrategias de marketing utilizadas por las empresas de vapeadores, que a menudo dirigen sus productos a un público joven a través de redes sociales y campañas publicitarias, presentan el vapeo como una actividad moderna y atractiva. Esto contribuye a la percepción de que los vapeadores son una alternativa segura al tabaco, lo que incrementa su popularidad entre los adolescentes.
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