En España, el suicidio es un problema grave que afecta a aproximadamente 10 personas al día, lo que duplica la cifra de fallecidos en accidentes de tráfico. Durante los primeros cinco meses del año pasado, 1,343 personas se quitaron la vida, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los expertos destacan la necesidad de campañas de prevención y concienciación social similares a las dirigidas contra el acoso escolar o la violencia de género. El suicidio se considera un «problema de salud pública» y sigue siendo estigmatizado en la sociedad española.
La pandemia de COVID-19 también ha tenido un impacto negativo en la salud mental, y se han observado un aumento en las «ideaciones suicidas» debido a la presión laboral, la pérdida de seres queridos y la falta de interacción social.
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Los expertos enfatizan la importancia de promover la salud mental y crear conciencia sobre este problema, involucrando a toda la sociedad, incluyendo a docentes, policías y profesionales de la salud.
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