Durante los meses de otoño, tras las vacaciones de verano, muchas personas experimentan cambios en su estado de ánimo y problemas de salud mental. El Trastorno Afectivo Estacional es una condición que se manifiesta en esta época, caracterizada por síntomas como apatía, letargo, falta de energía, pérdida de interés en actividades placenteras, exceso de sueño, cambios en el apetito y dificultades de concentración. La disminución de las horas de luz juega un papel importante en estos síntomas, ya que afecta a los ritmos circadianos y a la producción de neurotransmisores como la serotonina, que influyen en nuestras emociones y estado de ánimo.
Es crucial cuidar nuestra salud mental durante el otoño, al igual que nos preocupamos por nuestra salud física. Algunas estrategias recomendadas incluyen establecer objetivos diarios realistas, respetar los momentos de descanso, mantener una dieta equilibrada, retomar el ejercicio físico y socializar con amigos y seres queridos, preferiblemente al aire libre si el clima lo permite. Si los sentimientos de malestar persisten, es recomendable buscar apoyo a través de la terapia psicológica.
Cada vez se presta más atención al cuidado de la salud mental, aunque aún queda camino por recorrer para que esté plenamente reconocida y accesible para todos. La concienciación sobre la importancia de la salud mental se refleja en intervenciones legislativas, campañas publicitarias y en la sociedad en general. La Clínica López Ibor destaca en este artículo para Hola la necesidad de implementar medidas adecuadas para garantizar el acceso a recursos de salud mental para todos:
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