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Mindfulness: trabajar el aquí y ahora

19/11/2020

El concepto de Mindfulness cuenta con una tradición milenaria que se remonta a Buda y ha sido cultivada desde hace más de 2.500 años por diferentes escuelas budistas.

¿Qué es el Mindfulness?

Desde una perspectiva psicológica, se ha recogido como una práctica que ayuda a construir la capacidad de lograr centrar nuestro pensamiento en el momento presente, con plena conciencia de lo que está sucediendo en el aquí y ahora, potenciando una actitud de autocontrol, apertura y aceptación hacia la experiencia sin juzgarla. De esta manera, la persona logra tener el control sobre su pensamiento, redirigiéndolo y orientándolo hacia lo que quiere y desea observar y centrar ahí su atención plena.

Podríamos definir la práctica de mindfulness como una herramienta de mejora del momento presente que, con su práctica y entrenamiento, sirve de apoyo para lograr un equilibrio sano de bienestar emocional.

La sociedad de hoy en día, nos marca un ritmo vital muy acelerado que nos exige la necesidad de aprovecharlo al límite, integrando varias tareas en un mismo espacio de tiempo. Esto nos puede producir desasosiego, insatisfacción, el que nos sintamos como autómatas, realizando acciones de manera programada e inconsciente.

El impacto emocional que esto nos puede causar deriva a problemas de estrés y ansiedad, o incluso a sentirnos vacíos y perder la referencia de nuestras propias necesidades y deseos sin disfrutar como realmente uno se merece. Y en el momento en que algo se descoloca y no se sabe cómo afrontarlo, aparece el malestar o la depresión, surgen los conflictos internos, los desequilibrios emocionales, los desgastes de energía y otros desajustes tanto físicos como mentales.

El entrenamiento en mindfulness implica un cambio en la forma de vivir, de percibir el mundo, de sentir, que deriva en un cambio del funcionamiento de nuestro cerebro. Por ello hay que entender que requiere de un aprendizaje y ha de ser un proceso gradual donde la práctica de la meditación es la herramienta para lograrlo. El equilibrio entre lo que debería ser y lo que es: sentir-observar-poner consciencia-conectar.

En esta dinámica hay que entender qué es la meditación. Es una actividad intelectual en la que se busca lograr un estado de atención centralizada en un pensamiento o sentimiento (tranquilidad, calma, armonía…), un objeto (un árbol…), la concentración propiamente dicha, o algún elemento de la percepción fisiológica (la respiración, el calor corporal…).

Este estado de atención se recrea en el momento presente y pretende liberar la mente de pensamientos recurrentes, nocivos o intrusivos. Con la meditación entrenamos el poder que tenemos de guiar nuestro foco atencional y alejarlo de lo que nos invade o perjudica y que no podemos resolver en el momento presente.

Dentro del uso terapéutico de la práctica de mindfulness, diferenciamos la meditación formal y la informal.

La meditación formal es aquella que se realiza de forma reglada, en un tiempo definido y adoptando una postura física concreta para realizarla, para después poderla aplicar y generalizar a todos los momentos de la vida y a las diferentes actividades que podemos realizar a lo largo del día.

Esto nos lleva a la meditación informal, que se practica eligiendo una o dos actividades cotidianas con las que nos proponemos mantener nuestro nivel de conciencia focalizado en dicha actividad, por ejemplo, la acción de lavarnos los dientes, comer o caminar hacia el trabajo.

Estas actividades que elegimos y las realizamos de forma consciente van variando en la práctica hasta que vamos generando el hábito de la conciencia en nosotros en cualquier momento.

6 beneficios de trabajar el mindfulness

Trabajar la meditación ayuda a estar receptivos a nuestras emociones sin juzgarlas, simplemente sintiéndolas y entendiendo su función, aprendiendo a gestionarlas de forma más sana. Observar señales, reacciones y anotar o recordar lo que se siente cuando ocurren ciertas cosas, nos ayuda a entender mejor nuestros procesos: qué sentimos, qué pensamos, cómo actuamos es una información valiosísima sobre nosotros mismos y lo que nos rodea para interactuar más adecuadamente en las diferentes situaciones que experimentamos en el día a día.

Entender que los demás tienen derecho a hacer, entender y vivir su vida como deseen, nos ayuda a respetar y a responsabilizarnos de nuestras propias decisiones con autonomía e independencia, reforzando nuestra autoestima y conocimiento personal, desarrollando nuestra empatía hacia los demás.

El mindfulness nos ayuda a tener los límites adecuados y los recursos necesarios para dirigirlos hacia nuestras propias prioridades y necesidades. Equilibrar el “debo ser” frente al “yo soy” nos sirve para canalizar nuestras propias expectativas y no las expectativas de los demás, que nos restan capacidad y nos producen insatisfacción. De esta forma aprendemos a gestionar y aprovechar mejor el tiempo para lo que realmente queremos.

Reforzar la aceptación no significa que nos resignemos o rindamos ante lo que está sucediendo en nuestro alrededor. Todo lo contrario, supone aceptarnos como somos y cómo nos sentimos. Nos ayuda a integrar las experiencias ajenas y respetarlas, con tolerancia y comprensión.

La meditación aporta un estado de calma y serenidad, lo que sin duda afecta a nuestra salud física y emocional. De esta manera, los niveles de cortisol descienden cuando no es necesario activarlos porque no existe ninguna situación problemática o de riesgo objetiva para mantener un estado de alerta o activación, ayudando así a controlar la ansiedad.

Meditar mejora recursos cognitivos como la atención, la concentración, la memoria de trabajo o la velocidad de procesamiento, entre otros, lo que nos ayuda a tener mayor capacidad creativa para la resolución de problemas o la toma de decisión más efectiva.

En conclusión, incorporar esta práctica en nuestro día a día, estar presente viviendo el aquí y el ahora, supone un factor de protección para evitar desajustes emocionales y nos abre la posibilidad de potenciar nuestro autoconocimiento y desarrollo personal. Esto es muy importante para lograr el bienestar de satisfacción y el equilibrio físico, mental y emocional sano y adecuado para nuestra vida.

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