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Terapia ocupacional: ¿qué es y en qué consiste?
La terapia ocupacional es una profesión sociosanitaria cuya función principal es dotar a la persona de mayor autonomía y calidad de vida empleando para ello la ocupación como medio de rehabilitación, partiendo de una valoración especializada y la implementación de un plan de tratamiento pautado.
En terapia ocupacional se emplea la actividad para la prevención de la enfermedad y/o la discapacidad, el mantenimiento de la salud y la rehabilitación de la funcionalidad perdida en las áreas de autocuidado (vestido, higiene, alimentación, etc.), laboral, educativa, lúdica y de ocio cuando existe algún tipo de problemática de carácter físico, cognitivo y/o sensorial.
Los profesionales evalúan también las condiciones del entorno que pudieran afectar a la participación de la persona en sus actividades de la vida diaria, tomando en consideración, por ejemplo, las barreras arquitectónicas, las condiciones de accesibilidad o las variables de exclusión social para adaptar o modificar el entorno de cara a conseguir la mayor independencia posible.
Alcances e incumbencias del terapeuta ocupacional
Las áreas en las que un terapeuta ocupacional ejerce son diversas. Desde el campo sanitario haciendo funciones de promoción de salud y prevención de enfermedad o discapacidad hasta el área sociosanitaria con diferentes poblaciones. También se precisa su atención en educación, actividades de ocio, docencia e investigación.
Cómo se relaciona la ocupación con la salud
Podemos hablar de Ocupación cuando nos referimos al conjunto de actividades significativas que desarrolla la persona a lo largo del día y de su vida, las realiza en su entorno y tienen un valor personal en función de la cultura donde resida, ofreciendo un “sentido” a la persona que lo realiza y dotándole de roles. Es decir, la ocupación son unidades de actividad (Autocuidado, Trabajo y Ocio), cultural y personalmente significativas en las que los seres humanos se comprometen, permitiéndoles enfrentarse a los cambios del entorno con éxito.
Podemos decir que la Ocupación y la salud se encuentran estrechamente ligadas. Las dimensiones de la ocupación que repercuten directamente sobre la salud se definen como:
- La ocupación como necesidad humana: toda persona desarrolla actividades significativas en las distintas facetas de su vida. Está muy relacionado con el concepto de calidad de vida, entendido como el poder elegir y participar en ocupaciones que promueven interés, generan motivación, ofrecen sentido personal, crean una visión que orienta la vida y promueve la salud.
- La ocupación como fuente de significado: las ocupaciones le dan significado a la vida, cuando llenan y satisfacen un propósito personal, cultural y socialmente importante.
- La ocupación como medio de crecimiento personal: la ocupación implica crecimiento personal e introspección. El desarrollo personal a través de diferentes ocupaciones permite a la persona reconocer su potencial en la vida y usar sus puntos fuertes. Es una herramienta que nos permite crecer afrontando retos que alimentan nuestro autoconcepto y autoestima.
- La ocupación como organización del tiempo: la ocupación organiza nuestras actividades diarias ofreciendo un equilibrio entre todas las áreas: productividad, autocuidado, ocio y tiempo libre, participación social, etc.
- La ocupación y la capacidad de decisión: la ocupación es más efectiva cuando le da un sentimiento de autonomía a la persona, tomar decisiones respecto a mis ocupaciones y llevarlas a cabo implica ser capaz de elegir, planificar, tomar decisiones, tener un plan de puesta en marcha, disfrutar de su realización, etc.
- La ocupación como fuente de equilibrio y satisfacción: debe existir un equilibrio entre las distintas actividades para aumentar la satisfacción y bienestar de la persona. A través de las ocupaciones las personas organizan el tiempo en hábitos, roles y patrones. Un rol es un patrón de ocupación definido culturalmente que refleja las rutinas y hábitos.
Desde la terapia ocupacional se ofrece la visión de la ocupación como la implicación de una persona en actividades significativas, tanto desde una perspectiva personal (subjetiva) como social y cultural, favoreciendo el bienestar psicológico.
La ocupación promueve el bienestar y la salud, permite la promoción de estilos de vida saludables y previene la aparición de enfermedades somáticas o psicológicas y los déficits consecuencia de ellas.
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