La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en nuestros hábitos de compra, aumentando las compras en línea debido a las restricciones y el distanciamiento social. Sin embargo, también ha exacerbado problemas de adicción a las compras.
Las compras compulsivas suelen estar relacionadas con el malestar emocional, y la pandemia ha generado emociones negativas como miedo, rabia, tristeza y frustración, lo que puede impulsar a las personas a comprar como una forma de aliviar temporalmente su malestar. Aunque las compras brindan un alivio momentáneo, a largo plazo pueden generar sentimientos de culpa y perpetuar el ciclo de compra compulsiva.
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Los expertos advierten que es fundamental estar alerta ante estas conductas, ya que en momentos difíciles, como la pandemia, las compras compulsivas pueden convertirse en una vía de escape para regular las emociones. Identificar el problema y buscar ayuda profesional son pasos clave para abordar la adicción a las compras, ya que a menudo es difícil de reconocer y puede tener consecuencias negativas en las relaciones personales y la calidad de vida.
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