En España, los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) afectan a más de 400,000 personas, y se prevé un aumento del 15% en casos en menores de 12 años. La exposición a las redes sociales, donde imperan los ideales de delgadez y las críticas corporales, es un factor de riesgo significativo.
La pandemia de COVID-19 y el estrés asociado también han contribuido a un aumento en los TCA, ya que las personas buscan controlar su alimentación como una forma de lidiar con el malestar emocional.
Las marcas de moda que promueven tallas poco realistas también influyen en los jóvenes. Los TCA son enfermedades mentales graves y complejas, que a menudo ocultan problemas subyacentes, como conflictos familiares o baja autoestima.
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El tratamiento es multidisciplinario e implica medicación y terapia, pero la falta de profesionales y recursos dificulta la atención adecuada. Se requiere una mayor prevención y educación sobre los TCA, dirigida a jóvenes, para abordar este creciente problema de salud mental.
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