El texto aborda la dependencia emocional, diferenciándola del amor verdadero. Según expertos de la clínica López Ibor, la dependencia emocional es un patrón de comportamiento donde una persona se vuelve excesivamente dependiente de otra, afectando relaciones de pareja, amistades y vínculos familiares. Este fenómeno puede comprometer seriamente el bienestar y la autoestima, manifestándose en la necesidad de aprobación o apoyo de otros para tomar decisiones.
Los síntomas incluyen buscar siempre la aceptación de los demás, temor a la soledad, y baja autoestima, donde la persona siente que sus opiniones son menos valiosas sin el respaldo de otros. La dependencia emocional puede tener raíces en la infancia, especialmente en casos de carencias afectivas o experiencias de rechazo o abandono. Además, una visión distorsionada del amor romántico, que enfatiza el sacrificio y la entrega total, puede fomentar esta dependencia.
Para tratarla, los profesionales de López Ibor recomiendan reconocer el problema, trabajar en fortalecer la autoestima, establecer límites saludables y aprender a estar solo sin ansiedad o depresión. Estos pasos son fundamentales para transformar la dependencia en autonomía emocional y fomentar relaciones equilibradas y saludables. La psicóloga Belén Colomina añade que diferenciar la dependencia emocional del amor verdadero implica evaluar si la relación aporta paz y seguridad o si, por el contrario, conduce a inseguridad y manipulación.
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